Quimioterapia tras quimioterapia, pasaban las semanas. No tengo otro registro en mi mente de esa época, sólo que el jueves teníamos quimioterapia, y que Susana y Rosana eran las mujeres que amorosamente desviaban sus caminos y venían en su auto para llevarnos a Lucas y a mi al hospital.
Qué amigas me gané, con el tiempo y nuestras rutinas de madre, ya casi nos las veo, Rosana es funcionaria de un banco y vive ocupadísima, viajando, y tiene tres hijos, (que fortaleza tenemos las mujeres para hacerlo todo). Rosana es un ejemplo y además se mantiene preciosa. Ella compartió conmigo momentos que me marcaron, y supongo que a ella también. Quedó en mi corazón. Amiga.
Y Susana, una empresaria, que tiene una lucha muy parecida a la mía y siempre anda con la porte de una victoriosa, me enseñó muchas cosas y compartimos muchos sentimientos. Tener un hijo especial como los que tenemos nosotras es un privilegio solo entregado a valientes mujeres.
Hijo especial= Madre especial
Susana y Rosana son la mujer de la que habla la Biblia en el libro de los proverbios capitulo 31
10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
Una noche, Dios le dijo algo a mi hija, la más grande. No me pregunten como. Solo sé, que ella sabe que Dios le habló:-''Mami, Dios me dijo que va sanar a Lucas pero, usando a los médicos''- Clarito. Dios también decide como lo va hacer. Por eso es Dios.
Iba a ser largo. Pero teníamos una promesa de Dios, no sólo de que llegaríamos al final, si no también, de que él nos acompañaría.
En la Biblia un pasaje muy utilizado para recordar la protección de Dios en lo que emprendemos es Josué 1:9
Dice así:
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Pero nunca le presté atención al detalle. No temas ni desmayes. Dios le estaba diciendo a Josué: -''Lo que te espera es tan difícil que a veces vas a sentirte desmayar, te van a temblar las piernas, vas a tener miedo, vas a sentirte impotente, pero debes ser valiente y fuerte para resistir, porque no importa lo que veas, YO ESTOY CONTIGO''
¿Algunas vez sintieron esa clase de miedo, del que Dios le anunciaba a Josué que iba sentir?
Seguramente que sí.
Si Dios quería podría hacer que Josué no pase por tanto esfuerzo. Josué tenía que conquistar un territorio habitado por otros pueblos, que Dios le dijo que le entregaba, esa era la ''Tierra Prometida''. Pero yo me pregunto, en vez de pelear pueblo por pueblo y tener que conquistar de a poco. ¿Por qué Dios no mató a todos de un terremoto o algo así como sólo el Dios de los Israelitas puede, y ya esta? Por qué no envió una gran peste y los liquidó de una buena vez y luego le decía a Josué. Ya los maté, anda limpia y ocupa tu tierra. No.
Así fue conmigo. No va haber milagro instantáneo. Vas a pelear, quimioterapia tras quimioterapia batalla tras batalla. Como Josué, vas a temblar de miedo. Vas a sentir impotencia ante la posibilidad de la pérdida. Pero cuando estés allí apunto de desmayar, me vas a ver a mi, porque YO ESTOY CONTIGO. Así se aprende a depender de Dios y confiar a pesar de todo. ¿Saben lo que le pasaba a Josué cuando no obedecía las órdenes de Dios? Perdía las batallas. Y algunas ordenes no eran muy lógicas, le pedía que camine al rededor de una ciudad fortificada, 7 veces, y sin usar armas, y así conquistó la famosa Jericó.
Por eso a cualquiera que lea este blog, quiero que sepa ese mismo Dios que me ayuda a mi, es para todos y se puede tener una relación con él fácilmente. Es muy accesible. Yo lo conocí desde chica. Solo una dulce oración, sincera entregándole todo lo que uno es. Y después seguir este consejo que también lo recibió Josué...
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Josué 1:8
Habla de la Biblia...
A mi me funcionó. Y Lucas lo sabe. Estos meses fueron 12 sesiones de quimioterapia, cientos de pinchazos, punciones, mareos, dolor de panza y de cabeza, no sentir el gusto de la comida por meses, uñas desfiguradas, sin pelo, pero hay que seguir, no temas ni desmayes....
Mañana sí, continuo...